Este es el ejemplo de Víctor, tiene 36 años y en el primer dibujo muestra lo que siente ante el impacto de la noticia de que tiene sida.
Y en el segundo dibujo muestra una gran transformación cuando acepta y se hace responsable de su enfermedad para empezar a luchar.
La pasión de hacer arte nos seduce, nos dice quienes somos y a donde vamos, cuando hacemos arte entramos a un mundo de misterio en donde se funde el mundo de lo posible y lo imposible.
La terapia de arte, a diferencia de las demás terapias, permite tener un producto tangible. A través del arte podemos crear algo de nuestra experiencia, hacer que nuestro mundo interno se vuelva visible, para tener un reconocimiento y seguimiento de nuestra emociones, ver como vamos mejorando, comparándonos con nosotros mismos, es decir, permite ir haciendo de la experiencia algo concreto, permitiendo estar en contacto con nosotros mismos. Somos seres en construcción, nunca llegamos a ser, siempre estamos en crecimiento y el arte nos ayuda a ver nuevas posibilidades, nos lleva a alcanzar nuestras potencialidades y a redescubrir los significados a nuestras vidas. El arte nos da la oportunidad de crecer y de cambiar, cuando hacemos arte, cuando somos creativos, tenemos nuevas ideas, nuevas formas de expresión, formas diferentes de percibir el mundo, porque al hacer arte nos llenamos de energía, nos damos placer y vamos encontrando formas mas sanas y divertidas de relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo en el que vivimos.
Todos somos artistas, y como artistas que somos, debemos ser fieles a nuestros sueños, un simple lápiz puede ser la fuente de una gran inspiración o el alivio de un gran sufrimiento. Cada material, un lápiz, una crayola, un lápiz labial, un plumón, todo puede ser como una varita mágica que forma objetos que antes no existían, que nos lleva a la posibilidad de crear para sanar.
La terapia de arte es una alternativa que acompaña a la medicina en el tratamiento para el cáncer y cualquiera otra enfermedad, ya sea física o mental, es una terapia holística que sirve para promover el bienestar físico y mental.
Está comprobado que la mente influye en el funcionamiento corporal, somos un todo, y la parte más importante de este todo, es la mente, el ser humano es capaz de lograr lo que se propone.
El ser humano tiene un gran potencial espiritual y al hacer arte reconoce la conexión entre la mente, el cuerpo y el espíritu. El cuerpo puede enfermar, pero el alma siempre estará sana, y esto es lo que nos demuestra la terapia de arte.
Dice una historia que un día se le acerca un alumno a su maestro y le pregunta:
¿Maestro qué es la vida?
Y el maestro respondió: la vida es lo que delineamos en un lienzo llamado tiempo; el tiempo jamás se repite, una vez que se fue, se fue para siempre; y lo mismo ocurre con un acto, una vez realizado, nunca se deshace. La vida es una pintura que debemos ejecutar de una vez y para siempre, sin vacilación, sin titubeos, sin que sean permisibles ni posibles las correcciones. Lo que se experimenta por la conciencia no puede ser borrado jamás, por lo tanto, la vida es cuando las cosas suceden, no antes ni después, es un acto de un solo instante.
-Y es así como el alumno aprendió a vivir el aquí y el ahora.
“
Dejamos que el arte nos acompañe en el camino hacia la salud”