L
a terapia de arte es un método novedoso en la psicoterapia que se utiliza para ayudar a las personas a controlar y manejar las ideas obsesivas, permitiendo
reconocer las ideas en forma visual y tangible para lograr su transformación en pensamientos que llevan a un crecimiento personal y social.
A través de un caso clínico se presenta la aplicación de la terapia de arte en los trastornos de ansiedad, logrando el control y la modificación de las ideas obsesivas.
El Manual de Diagnóstico y Estadística, publicado por la Asociación de Psiquiatría Americana (DSM IV) clasifica los trastornos obsesivos compulsivos
como trastornos de ansiedad. Es una enfermedad que afecta los pensamientos y acciones de una persona.
Las obsesiones son pensamientos, ideas e imágenes que se le presentan a una persona en forma repentina e intrusiva, son pensamientos recurrentes, es
decir, se presentan en forma repetitiva sin que la persona tenga control de la aparición de dichos pensamientos y son perturbadores ya que se presentan en
situaciones en los que la persona no los espera ni los desea, por lo que generalmente interfieren con las actividades diarias, muchas veces reemplazando pensamientos más importantes.
Los pensamientos obsesivos originan ansiedad, por lo que la persona lucha por ignorar o hacer desaparecer dichos pensamientos. Las obsesiones interfieren
en la vida de las personas porque les quitan mucho tiempo y energía que podrían ser utilizados en otras actividades.
Entre el 2 y 3% de la población estadounidense sufre de trastornos obsesivos compulsivos (Belloch & Sandin, 1995).
Las obsesiones más comunes se relacionan con la contaminación, la enfermedad, la seguridad, la agresión, el sexo, la religión y la necesidad de simetría y exactitud. Las compulsiones más frecuentes incluyen el exceso de limpieza, revisiones, orden, contar, repetir y coleccionar.
A los pensamientos recurrentes y perturbadores se les llama obsesiones y a las conductas compulsivas se les llama compulsiones. Una obsesión puede desencadenar en una conducta compulsiva, pero muchas veces, la obsesión sólo es el pensamiento que lleva a una persona a sufrir. La persona obsesiva generalmente reconoce que sus pensamientos son excesivos y sin una base real, y aún así, es incapaz de transformar las imágenes en símbolos más efectivos.
Algunas personas que sufren de trastornos obsesivos compulsivos sufren de depresión, incapacidad para experimentar placer, problemas de sueño, trastornos de alimentación e intentos suicidas.
Muchas personas guardan sus ideas obsesivas como un gran secreto por miedo a ser considerados como locos o raros, por lo que se van aislando hasta llevarlos a un sufrimiento silencioso, difícil de entender y compartir.
Las obsesiones son el producto de una serie de aprendizajes y asociaciones que llevan a la persona a crear una serie de imágenes que impiden que la gente viva feliz. Estos pensamientos se disparan por eventos que se relacionan con la idea obsesiva, y la persona trata de evitar estos disparadores, como por ejemplo evitando estar en contacto con ideas similares al tema de la obsesión, y cuando esto no es posible, la persona trata de abortar por otros medios las ideas, lo que generalmente da como resultado un incremento en la producción de las ideas obsesivas y una mayor cantidad de ansiedad.
Hay muchos tratamientos para los desórdenes obsesivos compulsivos, desde la terapia médica, que incluye una gran variedad de ansiolíticos, hasta la terapia conductual que trata de modificar la conducta, pero ninguno de los tratamientos ha sido lo suficientemente integral para lograr que la persona reconozca y maneje sus pensamientos en forma eficaz y segura. Por lo que la terapia de arte es un tratamiento efectivo para los desórdenes obsesivos compulsivos teniendo como propuesta que la persona reconozca las imágenes presentes en las ideas obsesivas y pueda transformarlas en pensamientos que lo lleven a un crecimiento personal y social.